sábado, 22 de noviembre de 2014

CAPITAL - Estudiantes desarrollaron un casco que mide el alcohol en sangre de conductores.

PRESENTARON EL PROTOTIPO EN TECNOPOLIS
El protector tiene un sensor que impide el arranque de la moto si no está abrochado y si detecta un alto grado de alcohol en sangre. El objetivo es evitar muertes por siniestros viales en este vehículo que en Corrientes es frecuente. Son alumnos de la técnica Rivadavia.
Alumnos de la Escuela Técnica “Bernardino Rivadavia”, más conocida como Industrial, de-sarrollaron un casco alcoholímetro. Consiste en un dispositivo que mide el alcohol en sangre del conductor de la motocicleta e impide su arranque en caso de pasar el nivel permitido.
El proyecto fue realizado por los estudiantes de 7º 1º de dicha escuela pública, Juan Agustín Ibarra, de 20 años, Gabriel Gómez, de 18, y Rodrigo Galeano, de 19 años. Surgió el año pasado por la experiencia personal de un compañero, quien sufrió un siniestro en motocicleta. “Estuvo al borde de la muerte por eso queremos ver de qué manera evitar esto”, expresó a El Litoral Juan Agustín Ibarra.
En 2014 decidieron continuar con el armado del dispositivo. Salieron premio destacado en la Feria Provincial de Microemprendimientos, junto al proyecto “Neo- Vida” del Colegio Santísimo Sacramento. Ambas iniciativas representaron a Corrientes en la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología en Tecnópolis en la categoría emprendedorismo del nivel secundario.
“En un principio el proyecto no era viable porque buscamos un alcoholímetro de la Municipalidad. Pero después encontramos por Internet un alcoholímetro mucho más chico que no afecta la estructura del casco. Tiene el tamaño de un llavero por lo que no repercute en su funcionamiento”, explicó Ibarra.
El casco lleva, además, un sensor que impide el arranque de la moto en caso de no estar abrochado. De esta manera, el sistema establece la obligatoriedad del uso del protector. Por otra parte, tampoco enciende, de superar el conductor, 0,2 de nivel de alcohol en sangre.
“Con abrochar el casco se enciende automáticamente la moto. Funciona como una llave y se cortó el circuito de encendido por llave”, señaló el estudiante. El dispositivo, además, cumple una tercera función, que es evitar el robo de motocicletas, ya que el vehículo no puede utilizarse sin el casco.
Vale aclarar que no es necesario que sea el propietario de la moto el único en utilizar el casco para encender la moto. Si éste designa un conductor, podrá emplearlo el mismo.
El alumno contó, además, que están trabajando en mejorar el prototipo con la colocación de un puerto usb para cargar la batería y de un segundo sensor volumétrico para que el casco encienda únicamente si se abrocha en la cabeza ya que puede suceder que alguien decida evitar el monitoreo colocando el protector en el brazo, por ejemplo.
Los jóvenes, además, realizaron un costo del precio  que pueda tener el protector. El prototipo tiene un valor aproximado de mil pesos, de otorgar el cliente un casco. En caso de entregar el producto terminado, incluyendo un casco, el precio varía hasta los tres mil pesos, esto de acuerdo con el modelo de casco que se solicite.
La idea es lanzar al mercado el protector. El prototipo ya está con patente en trámite y, según explicaron los estudiantes, esperan salvar vidas con su implementación en la vía pública. “En Tecnópolis fue bien recibido y nos dijeron que sería bueno que se instituya como ley”, expresó Ibarra.
No obstante, aún resta culminar detalles del desarrollo. Los estudiantes prevén continuar con la idea el año que viene a modo de proyecto grupal. Desean impulsar su financiamiento a través de organismos de Seguridad Vial, tanto municipal como provincial e incluso nacional.
En 2015 esperan contar con una ayuda para presentar en el premio nacional Innovar. Se trata de un aporte importante de estudiantes de una escuela pública que pretende dar solución a una problemática que cada mes se lleva la vida de unas 21 personas en Argentina. En Corrientes, gran parte de los siniestros viales se producen por no usar casco.
Los jóvenes, además, expresaron su agradecimiento a las autoridades de la escuela y a los docentes que acompañaron la iniciativa. Entre ellos, al ingeniero Carlos Riquelme, quien colaboró con la formación del circuito; Omar Aguirre, de la Dirección de Tránsito, quien ofreció asesoría para contemplar que el casco cumpla con los requisitos que establecen las normativas vigentes; y a Julio González, quien aportó para dar el formato de microemprendimiento al proyecto estudiantil.
Fuente: EL LITORAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario